viernes, agosto 04, 2006

Entre Sábato y Cerati

El lunes terminaba de leer, con cierta facilidad, "El Túnel" del argentino Ernesto Sábato. Realmente no sabía si la prueba sería el martes, pero incluso si no, decidí terminar ese día, llegar hastar el "meollo del asunto" porque el libro me atrapó. Lo terminé, y me encantó, pero no lo entendí. ¿De dónde deducía el protagonista el engaño de su amada? ¿Por qué exigía fidelidad si no tenía un compromiso serio? Hasta ese punto me parecía, a primera vista, que el tipo era un psicópata, un loco para llegar a matarla por ese supuesto engaño.
Entramos a clases el martes, comenzando con un trabajo desastroso que improvisamos en el camino: para mí no estuvo tan mal, lástima que yo no sea el profesor. El resto del día transcurrió como si fuera cualquiera: mismo ambiente, misma apatía, no mucho que contar. Igual en lo general, en lo particular para mí, no. Era una semana y unos días desde esa noche de "Ocaso" y esperaba cierta reacción a lo hablado esa noche, al mensaje que le había dejado; todo esto con cierta tranquilidad, pues no creía haber hecho mal las cosas esa vez para una mala respuesta. A la salida de ese día un mezquino "tengo que hablar contigo" me comenzaba a inquietar. Daba la impresión de que algo sucedía, porque esa cara, ese desplante frío había surgido en ella, y era un indicio malísimo: ella misma me dijo que no podría actuar nunca así, pero lo logró, y por eso más adelante se llevó su merecida congratulación.

Me había dado con Cerati. En poco tiempo más vuelve a Chile y en las radios circula su más reciente single "La Excepción", un buen tema, harta guitarra afilada, con una lírica sobre un amor algo clandestino. En tanto, en radios y canales de TV su video "Crimen" me hacía sumergirme en esos dorados años 50 de galantería, mujeres fumando con boquilla y detectives privados a la usanza de las series y películas gringas, un ambiente medio Frank Sinatra... qué genial debe haber sido vivir esa época. Pero más allá de lo estrictamente visual, "Crimen" es un temazo, una especie de fruto prohibido, el que si tocas pagas. Qué ironía, como si hablara de mi historia.

Llegó el miércoles. A la hora de colación se supone ella confirmaría todos mis temores o abriría un camino hacia su persona, aunque esta segunda opción era una quimera, realmente. Un trabajo de ella postergó la espera hasta la salida, y era lo que me temía, pero no en tal grado. Nunca pensé que pudiera actuar (sí, literalmente actuar, porque la chica que me cerró completamente la puerta ese día no es con la que yo he tratado por 7 meses casi) de tal manera, con tal altanería, crueldad o frialdad. Y unos momentos más tarde, cuando caminaba hacia la salida, pensé "qué genio este Sábato": al fin había comprendido el libro. Yo era Juan Pablo Castel, y el tipo no era un loco. Tal vez era una obsesionado (como ella lo dijo fríamente), o tenía una "excesiva convicción", como yo lo creo. Al fin pude comprender por qué Castel le gritó "¡Puta, puta, puta!" (lo mismo yo, aunque no lo haría porque ante esa ternura sucumbiría en el intento), o por qué quería matarla (lo mismo yo, guardando las proporciones: matarla, aniquilarla, borrarla de mi mente), o por qué se sentía engañado: era así como me sentía yo. Nunca me cerró la puerta definitivamente y cuando se decidió a hacerlo, lo hizo justo como ella me aseguró que no podría hacerlo. Mi historia se resumía en la frase más sublime de la obra, la que le daba el título:

"...en todo caso había un solo túnel, oscuro y solitario: el mío..."

Y también el otro argento, el otro capo, Cerati, aparecía en la historia con su "Crimen"

"¿Qué otra cosa puedo hacer?,
sin olvido moriré..."

(...)

Gracias niñita. Me destrozaste y todo, pero al menos ahora tengo un libro y una canción que guardan mi historia.
Sábato y Cerati: qué par de capos...

6 comentarios:

la.catiita dijo...

#.waaaau..de verdad..fuerte lo tuyo..pero bueno las cosas pasan por algo y si tu tiene la razon el tiempo konfirmara tus sospexas...


#.besos....



>>baii

Anónimo dijo...

pxa m da lata leer tus historias en el sentio d como sufres x alguien
pxa na mas k decirt k eri mui simpatiko
io t lo e dixo
i k t toi aprendiendo a tomar kriño


cuidec


_____________________________kellyTTa*

Anónimo dijo...

Puta pelao acabo de leer y me dejaste congelao wn ....penca lo tuyo !! soy testigo de todo lo que has tratado ahi aplicando todo tu don de la palabra por conquistarla pero parece q te gano la wea con el taliban ese
fuerza pelao estamos contigo !!!

Nico

Anónimo dijo...

pelao!
lo lei too
ahaha
me fui embalano de apoco xD
wena la istoria
poh
ahh
ke liendoo
juegatela po
dale pa elante (8)
haha
iap
ke ti bm
buen..espacio este poh
me gusto
=)

ojala nos jutemos el lunes po
ai ke acer los contactos
pertientes
xD
ia
k t bm
xauUuU

=)

Anónimo dijo...

Uff, buenisimas historias compadre. felicitaciones x su capacidad de redactar, me encanta su estilo y me apasiono en la forma ke escribe. Siga asi, suerte en la vida, x una mujer hay ke sufrir lo suficiente nada mas y luego seguir adelante ;)
Siga contando conmigo como siempre.

Anónimo dijo...

Como te dije por otro lado :) la verdad me gusto muchisimo tu blog y en especial esta historia, encontre genial la manera en que relacionaste una cancion y un libro con lo tuyo, simplemente genial :)

Bueno compadre le mando un saludo y mucha fuerza, la verdad las mujeres son asi, dan ganas de matarlas, pero guanto la tienens en tus brazos esas ganas se te pasan y sufrir mucho por ellas no es bueno, hay algunoas que no se merecen tanto sufrimiernto y creo que este caso es por ese estilo.

Saludos.